Hoy está teniendo lugar la última jornada del Seminario Internacional de Ciencia y Religiones por el Medio Ambiente (ISSREC), que reúne a científicos y líderes religiosos de 15 países y 8 confesiones religiosas para dialogar sobre cómo pueden colaborar la Ciencia y las principales religiones en la conservación del Medio Ambiente.

El coordinador del último informe científico del Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático Thomas Stocker, explicó que “la ciencia aporta los datos para definir el problema del cambio climático”, pero que “los líderes religiosos han de conocerlos y ser capaces de hablar de ello, porque es fundamental para nuestra supervivencia”. Por eso, “el diálogo entre los científicos y los líderes religiosos tiene un enorme potencial” ya que “tanto la ciencia como la religión tienen que ofrecer una misma versión”. Por otra parte, el profesor Stocker explicó que la lucha contra el cambio climático y el desarrollo humano están estrechamente vinculados ya que “los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU serán inalcanzables si no limitamos las consecuencias del cambio climático”.

La directora del Instituto Faraday para la Ciencia y la Religión, y Profesora Asociada de la Facultad de Teología de la Universidad de Cambridge, Hillary Marlow, destacó que “los científicos solos no son capaces de resolver el problema ambiental porque hay que afrontarlo desde una perspectiva de valores, de comportamientos éticos, sobre los que las grandes religiones de todo el mundo, durante muchos siglos, nos han venido hablando”. “Si miramos cómo se habla de la naturaleza en la Biblia, aprendemos los propósitos propio del mundo natural y que hay un valor de la naturaleza para Dios al margen del valor que tiene para el hombre”. La profesora Marlow explicó que “la Laudato Si sitúa los problemas medioambientales en un contexto más amplio, de problemas humanos y sociales -como la injusticia y la desigualdad- y los ha integrado en un único discurso”.

El Seminario ha abordado ese concepto de la ecología integral propuesto por la Laudato Si, a la luz de las distintas tradiciones religiosas. Nanditha Krishna, profesora de la Universidad de Madrás y presidenta de la Fundación C. P. Ramaswani Aiyar, explicó que la tradición hindú puede enseñar su “larga tradición de conservación de la naturaleza otorgándole una dimensión espiritual”.

Wael Farouq, presidente del Centro Cultural Tawasul para el Diálogo Inter-civilizaciones, explicó que: “los valores ambientales del Islam se ven dificultados en la práctica por las condiciones económicas y sociales de muchas sociedades musulmanas”.

Según el rabino Yonatan Neril, de Jerusalén, “algunas comunidades religiosas ven un problema en la secularización y el agnosticismo a la hora de entablar un diálogo con la ciencia, por eso es muy importante contar con científicos en los seminarios religiosos, de manera que las personas de fe se sensibilicen de los problemas ecológicos”.

Esta tarde se celebrará un coloquio sobre los valores ambientales comunes en diferentes tradiciones religiosas, donde se abordará el papel del diálogo interreligioso para promover el cambio de los valores necesarios para resolver los problemas ambientales y la importancia de la educación ambiental de los líderes religiosos.